Carlitos
cumplió sus sueños
Por Diario Expreso de Guayaquil
Francisco
Cevallos y Emelec le dieron al niño su mejor cumpleaños
Ayer
fue el mejor de los días para Carlitos Mora Peñafiel,
una de las personas que fueron infectadas con el virus del VIH,
en la clínica del doctor Galo Garcés Barriga. Gracias
al Club Sport Emelec y a José Francisco Cevallos, dos de
sus sueños más deseados se hicieron realidad.
El martes -día de su cumpleaños número dieciséis-
pasó la mayor parte del tiempo en el hospital del Seguro
Social, donde le realizaron la acostumbrada hemodiálisis
(padece de insuficiencia renal). Su salud se quebrantó mucho
y los nervios lo alteraron.
Su
madre, doña Lidubina Peñafiel, piensa que fue la emoción
que experimentó al saber que al siguiente día conocería
a los personajes que tanto admira.Ya repuesto de las molestias que
había sentido, durante la noche casi no pudo dormir, "solamente
me decía que deseaba con todo su corazón que pronto
amaneciera. El tiempo se le estaba haciendo muy largo".
Tiempo invertido
Se levantó muy animado. Sin pensarlo dos veces le dijo a
su mamá que le ayudara a colocarse la camiseta de la selección.Al
mediodía se sirvió su almuerzo. Esperó con
ansias que sean las 12:30, cuando un vehículo de Gráficos
Nacionales S.A. lo fue a ver para llevarlo a la concentración
de Barcelona.
Ya en el lugar, "Pepe Pancho" -acompañado de Nicolás
Asencio- no se hizo esperar. Con una sonrisa genuina y llena de
ternura saludó a Carlitos. En su mano traía la camiseta
oficial. Con un gesto lleno de amor se la entregó a su pequeño
amigo. La camiseta decía: Para Carlitos, con mucho cariño
y que Dios te bendiga y cuide. Tu amigo, José Francisco Cevallos.
El saludo fue fraterno; como el de dos amigos que se hubieran conocido
antes. Carlitos le expresó su admiración y lo felicitó
por su papel de arquero de la selección nacional y del club
torero.En su inocencia, le dijo a Cevallos que también admiraba
a Emelec y sobre todo a Carlos Alberto Juárez, lo que hizo
sonreír a todos los presentes. La entrevista fue corta pero
muy emotiva.
Pero ahí no terminaba el trayecto. Los jugadores de Emelec
esperaban al niño con una parrillada en el complejo de Los
Samanes. La alegría invadía el corazón de Carlitos.
Con gran nobleza y ternura los jugadores eléctricos, dirigidos
por Omar Quintana Baquerizo festejaron su cumpleaños y le
obsequiaron una camiseta azul autografiada por todos.
Qué más deseaba Carlitos. Nada más. Llegó
a su hogar lleno de felicidad. Pero no solamente él, sino
también todos aquellos que invirtieron varias horas de su
valioso tiempo para darle alegría a alguien que ha sufrido
mucho, muchísimo...
Tomado
de la sección de Deportes
de Diario Expreso de Guayaquil, 18 de Septiembre de 2002.
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