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Guayaquil-Ecuador

Cuando los sueños se hacen realidad

Bandera del Ecuador
Sitio Ecuatoriano

"Si eres pequeño, sueña.
Si eres grande, no dejes de hacerlo.
Aún no lo crees???.
Nine."

Cuando los sueños se hacen realidad

Todo niño sueña alguna vez con ser bombero, soldado, policía o héroe nacional, cuando se crecen los sueños infantiles van quedando atrás, olvidamos los sueños para enfrentarnos a la realidad de la vida. Pero algunos pocos escogidos por el destino, muy pocos, pueden ver cumplir su anhelo infantil.

Jaime Iván Kaviedes LLorenti nació en la ciudad de Santo Domingo de los Colorados en la provincia de Pichincha, Ecuador el 24 de octubre de 1977, la vida le jugó una mala pasada cuando a los 7 años perdió a sus padres debido a un accidente de transito, hijo único, paso al cuidado de sus abuelos maternos y se crió en una hacienda cercana a Santo Domingo.

Durante su infancia se obsesionó por el fútbol y en algún momento se llegó a plantear una de las metas de su vida deportiva: convertir el gol que llevaría al Ecuador a jugar en una Copa Mundial del Fútbol. Si un niño brasileño, argentino o alemán se planteara este sueño no parecería tan inalcanzable ya que esos países tienen tradición de campeones y asisten regularmente a las copas mundiales a disputar los primeros lugares. En cambio Ecuador había tratado infructuosamente durante más de 50 años asistir a un mundial de fútbol, obligado a enfrentarse en etapas clasificatorias a gigantes futbolísticos como los equipos ex campeones de Uruguay, Brasil, Argentina y otras potencias internacionales como Paraguay, Colombia, Perú y Chile parecía cada vez más difícil alcanzar esa meta, obsesión nacional.

La frustración era evidente, en 1966 el Ecuador logró arañar la clasificación al Mundial de Inglaterra pero la perdió finalmente frente a Chile, las campañas clasificatorias para los mundiales de 1970, 1974, 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994 fueron otros tantas decepciones, entonces para el mundial Francia 98 se decidió que en Sudamérica se disputen los 4 cupos al mundial en una liga de todos contra todos y los cuatro primeros equipos obtendrían los preciados cupos, Ecuador no pudo clasificar pero quedó en sexto lugar entre 10 y tuvo posibilidades matemáticas hasta en la última fecha del torneo, una esperanza sustentada nació. Una nueva generación de jugadores ecuatorianos formados por entrenadores como el montenegrino Dussan Draskovich o el colombiano Francisco Maturana logró prepararse y mentalizarse adecuadamente para buscar el triunfo; ya en 1990 y en 1998 el equipo ecuatoriano de Barcelona logró disputar la final del torneo continental "Copa Libertadores de América". Jugadores como Alex Aguinaga, Agustín Delgado, Eduardo Hurtado y otros tuvieron la calidad necesaria para jugar en equipos extranjeros en México, USA y hasta en Europa.

Mientras tanto Jaime Iván Kaviedes se dedicó a jugar y a soñar, siendo niño destacó entre sus amigos y fue jugador titular del equipo de su escuela, participó en torneos infantiles y juveniles de fútbol donde siempre destacó como delantero y goleador. De esa época le queda su apodo de "Nine". La historia cuenta que una vez llegaron a Santo Domingo unos profesionales extranjeros que regalaron los uniformes a un equipo infantil para jugar un torneo de la zona. La camiseta no tenía los tradicionales números en la espalda, sino que éste era escrito con letras y en inglés. Iván era delantero y usaba el 9 (Nine). Así sus compañeros lo llamaban. "Nine pasa el balón. Nine esto, Nine el otro." Y se quedó con Nine para siempre. Sus habilidades pronto fueron notadas por un equipo profesional de fútbol de Guayaquil y en 1995 debuta en primera división del fútbol ecuatoriano con la camiseta del EMELEC a la edad de 17 años.

En 1998 consigue romper el record nacional de goles convertidos en una temporada al sumar 43 tantos y que también fue record FIFA aquel año, esto llamó la atención del equipo italiano Perugia que lo contrató convirtiéndose en el primer ecuatoriano en jugar en la liga italiana en 1999, posteriormente jugaría en las ligas española y mexicana.

Las eliminatorias sudamericanas para el mundial Japón-Corea 2002 empezaron en marzo del año 2000, en esta ocasión los 10 países se disputarían 4 cupos directos y el 5 puesto la posibilidad de un repechaje con Australia, Ecuador nombró como director técnico al experimentado colombiano Hernán Darío Gómez que llevó a su equipo nacional a tres Copas Mundiales, dos como asistente de Francisco Maturana y una como director técnico principal. La trayectoria de Jaime Iván le valió ser convocado por el profesor Gómez a la selección nacional, pero su actuación fue intermitente, no jugó todos los partidos de titular y las oportunidades de gol que perdió hacían dudar sobre su efectividad, algunos periodistas y aficionados criticaron su rendimiento.

Pese a todo logró convertir algunos goles y asistencias importantes durante la campaña, donde coadyuvó a derrotar a Brasil por primera vez en la historia de enfrentamientos con Ecuador y a conseguir un importante triunfo de visitante ante Venezuela.

Las cosas salieron tan bien para el Ecuador en aquella clasificación que estaba en tercer lugar detrás de Argentina y Paraguay, delante de Brasil y Uruguay en la tabla de posiciones faltando solo dos fechas. Así llegamos al 7 de noviembre del 2001 donde Ecuador enfrentaba a Uruguay, los números dictaban que bastaba un empate para que Ecuador clasifique al mundial pero el rival de turno no podía ser mas duro: Uruguay, dos veces campeón mundial, se jugaba en Quito pero los uruguayos estaban acostumbrados a ganar de visitantes y aguar la fiesta a sus rivales, como cuando en 1950 les quitaron el campeonato mundial a los brasileños en el mismísimo estadio de Maracaná en Río de Janeiro. Aquella tarde de noviembre el estadio Atahualpa se llenó con más de 50 mil hinchas, todos vistiendo la camiseta amarilla de la selección y todos gritando insistentemente "Sí se puede" el grito de guerra de la selección, del país; el resto de los 12 millones de ecuatorianos seguimos el partido por televisión, todos con la misma esperanza, todos con el mismo temor al fracaso, aun estando tan cerca de llegar a la meta.

Empieza el partido, Ecuador busca convertir un gol con una disposición ofensiva, el equipo visitante parece conformarse con contener los ataques locales, varios pases prometedores caen en pies de Kaviedes pero no puede anotar, algunos hinchas desaprueban el rendimiento de Iván con gritos y algún comentarista deportivo de la tele considera que hay que cambiarlo. A poco de terminar el primer tiempo, Ecuador volcado sobre el área uruguaya, el jugador uruguayo Nicolás Olivera se escapa con el balón, veloz como el rayo, y se acerca peligrosamente a la portería ecuatoriana, es detenido con falta en el área por el jugador Raúl Guerrón, el arbitro decreta el penal sin dudar. Nicolás Olivera convierte el gol para los visitantes, el estadio y el país enmudecen, Uruguay gana a Ecuador por un gol, los temores del pasado vuelven a rondar la mente de todos. Sin embargo tanto los jugadores como los hinchas sabíamos que si podemos dominar nuestros temores teníamos que hacerlo aquel día. La hinchada a diferencia de otras ocasiones no dejó de alentar al equipo local, a pesar de estar perdiendo.

Terminó el primer tiempo, una tensa espera de quince minutos y los equipos regresan a la cancha, mientras escuché a los comentaristas deportivos que insistían en la necesidad de reemplazar a Kaviedes, empieza el segundo tiempo. El equipo local se volcó, una vez mas, sobre el campo uruguayo buscando el gol del empate y el de la clasificación, pero a pesar de las corridas de Aguinaga, de los esfuerzos de Wellington Sánchez y de los remates de Kaviedes y Agustín Delgado el arco uruguayo parecía mas inexpugnable que nunca y el arquero visitante Fabián Carini era la figura del partido; a los 27 minutos del segundo tiempo Alex Aguinaga recibe un balón en media cancha, corre 10 metros por la izquierda sorteando algunos rivales y lanza un centro aéreo hacia el área chica visitante; todavía puedo recordar en cámara lenta la trayectoria del balón en el aire directo a un difuso grupo de jugadores uruguayos y ecuatorianos, en eso, sobre todos surge el Nine y sutilmente de cabeza desvía el balón a la izquierda del portero uruguayo Fabián Carini, quien parado, solo observa entrar el balón en su arco, luego un silencio de apenas un milisegundo de duración y el estadio, el país entero, gritamos el gol, como nunca antes lo habíamos gritado, recuerdo ver a Jaime Iván correr hacia el entrenador Hernán Darío Gómez seguido por sus eufóricos compañeros de equipo, mientras lo hacia, se sacó la camiseta dejando ver otra camiseta blanca con una leyenda inscrita: "Si eres pequeño, sueña. Si eres grande, no dejes de hacerlo. Aún no lo crees???. ", en ese momento aquel niño al que sus amigos llamaban Nine se convirtió en héroe nacional. El partido terminó empatado a un gol, Ecuador clasificó por primera vez a una Copa Mundial, donde tuvo una discreta participación, pero muchos ecuatorianos recordaremos siempre aquel partido y aquel gol histórico, demostración tangible que a veces los sueños infantiles se convierten en realidad.

Gracias Nine

Virgilio Aray
Junio 2003


Kaviedes vs Brasil
Grito de Gol
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Lo hice Si eres niño sueña...


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Historias y relatos

4 de julio del 2003
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